El mundo se pregunta: “¿Cómo puede ser esto?”... Corazones que empiezan a funcionar de nuevo por sí mismos... Tumores que desaparecen sin dejar rastro...
Algunos de los mayores dones que Dios ha dado a la Iglesia para la evangelización son los dones de milagros. Pero algunos católicos desestiman los milagros que Dios derrama sobre su Iglesia con demasiada frecuencia.